martes, 5 de febrero de 2008

Equivocando el Sistema

(1 Juan 2: 15)= No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

Sé perfectamente que este verso ha sido argumento para marginarse de la sociedad y crear una supuesta santidad de monasterios. Bajo esa interpretación sí, parece que Juan era un legalista. Pero el espíritu del pasaje es muy diferente.

La palabra MUNDO, en este texto, es la palabra KOSMOS, y no te habla de gente, te habla de una especie de espacio o tiempo cósmico que se podría sintetizar en una palabra: SISTEMA. De sistema mundano perverso, en este caso.

¿Sabes cuantos creyentes fieles y sinceros, todavía, eligen vivir de acuerdo con el sistema del mundo, por que no terminan de confiar en el sistema de Dios? Lo que te está diciendo Juan es que no pongas tu sentido o sacrifiques tu vida por algo que: 1) Apela a los apetitos de la carne. 2 Fomenta la codicia o la ambición. 3) Suscita el orgullo o la arrogancia.

A esto se refiere Pablo cuando dice en Romanos 12:2 que debemos renovar nuestro entendimiento porque esa es la única vía que nos permite conocer cual es la voluntad de Dios agradable y perfecta para este tiempo.

Ir a un partido de fútbol o ver un programa de televisión no es pecado, eso es más que obvio. Pero vivir las veinticuatro horas del día y la vida entera misma sin otro objetivo que el seguimiento de los colores de una camiseta o postergar cualquier cosa por un programa de televisión es una suerte de esclavitud permitida que te lleva a un grado de idolatría que, a su vez, te apartará del amor, el poder, la unción y la presencia de Dios.

Es el mismo concepto que desliza Jesús cuando habla, en Mateo 6:24, de la imposibilidad de amar o servir a dos señores: Dios y el dinero. Lo corrobora Santiago 4:4 cuando habla de lo pernicioso que resulta la amistad con el sistema. ¿O no hay congregaciones que han elegido, como método de inserción y prosperidad, establecer vínculos, arreglos o convenios con partidos políticos o gobiernos de turno?

Doctrinas de Demonios

(Lucas 13: 3)= Os digo: antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

Esto sí que suena demasiado legalista, ¿No? Bueno: primero tengo que decirte que no lo está diciendo Lucas, lo está diciendo el Señor. Entonces, ¿Jesús era legalista? De ninguna manera. Siempre hay un principio espiritual encerrado en un texto literal.

De otro modo, la letra te mata. ¿Cuántos saben que la Palabra es vida? ¿Será esto una contradicción? La Biblia no se contradice. Cientos de científicos de alta sabiduría humana han dejado sus vidas tratando de demostrar lo contrario Los epitafios que se leen en sus sepulcros, lo atestiguan.

Pese a la literalidad del texto, Jesús transfiere el significado de estos incidentes (En este caso se habían matado dieciocho trabajadores en un accidente), a la esfera espiritual. Él no hace teoría sobre la retribución, sino que habla de las exigencias urgentes del presente.

Visto de ese modo, vas a tener que coincidir conmigo que el término legalista, aquí, es más un cumplido que una crítica. Y tú me conoces bastante bien, ¿No es así? Me pueden bombardear con misiles de todas las clases (Y de hecho lo suelen hacer a menudo), pero con el de ser legalista me parece que no, ¿Entiendes?

El tema es que muchos están esperando que lleguen las doctrinas de demonios de las cuales se habla en Timoteo para los últimos tiempos. Y creen, - Con llamativa ingenuidad -, que un día va a ponerse a predicar un médico en lugar de un pastor y va a asegurar que ya no hace falta orar por sanidad porque la medicina tiene todo bajo control.

A los que esperan cosas así les tengo que decir, lamentablemente, que a la palabra SUTILEZA no la han visto ni discernido, (Como se decía en mi país, en una época) ni en caja de fósforos. Entiende esto, hermano, por favor: ¡Ya se está predicando doctrinas de demonios! El problema es que muchos ni siquiera se dieron cuenta. Y otros tantos, con la misma o mayor ignorancia, hasta les ayudan a preparar esos mensajes.

Humanismo, filosofías orientales, cientifismo, psicología secular, intelectualidad prioritaria, soberbia y hasta algún avance del ocultismo bajo el barniz de la medicina mentirosa que difunde Nueva Era, ya están proliferando en forma alarmante en muchos púlpitos usando la ignorancia de pseudo-predicadores que han hecho del materialismo, el individualismo y la teología de la prosperidad personal, una prioridad, tanto en sus vidas como en la de los seguidores (Y sostenedores) de sus “ministerios”.

Cambios engañosos de doctrinas están añadiendo un énfasis erróneo que no es difícil percibir. Muchos llamados “maestros de la Biblia” han ignorado los absolutos de la Palabra de Dios para introducir a la sociedad en una era de supuesta liberación.

Donde quiera que se mire, aunque se mire con superficialidad, se grita, se clama y se aúlla por la libertad académica, por la libertad sexual (Hetero u Homo, da lo mismo, según la conducta elegida), y la libertad económica.

Pero lo más curioso yalarmante es que este mismo grito se puede oír en la iglesia. Son muchos los que vociferan: “¡Yo no estoy bajo las restricciones de la ley! ¡Estoy bajo la bendición de la Gracia! Y como estamos, hermanosmíos, en una era de la gracia, permítanme continuar con el pecado para que esa graciasobreabunde…”, exclaman con una muy dudosa interpretación de Romanos 6:1.